Breves las mañanas,
escasas - de minutos
y de manos.
Tardes de tedio y espera,
mientras las moscas
juegan a perseguirse,
entre las carpas
y las cotorras alborotan a los escasos niños,
- concierto disonante
rompiendo el sopor
de las horas bajas.
El tiempo pasa lento
y recurro al negro del café
para espantar la modorra
que teje su crisálida invisible
en torno a mi.
Moscas, niños y cotorras,
también algún transeunte
- distraído.
Pronto volverán las gentes
a las plazas,
cruzarán volando los segundos
y retornarán,
- a su nido en las cajas,
los pedacitos de "yo"
prendidos de las telas,
expuestos en la mesa...
Mercado Artesanal "Vive Creando".
(Acompaño con fotitos.)
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