Hoy por fin he completado el "Letris". Ya dispongo de vocales suficientes con las que entrelazar la incongruencia de mis consonantes y dotarlas de música, de ritmo, o al menos, de sentido...
Mis papeles llevan mudos mas de una quincena, cuando perdí de golpe todas mis palabras.
Fueron cayendo de mi pelo, primero de una en una, luego en cascada. Se quedaron prendidas en la almohada y enredadas en las púas de mi peine. Se deslizaban lentas, por mis rizos y bajaban perezosas hasta el suelo. Caían, doradas y castañas, de mis brazos, burlándose de mi.
¿Qué si me sorprendí? Sin duda. Jamás un otoño me había dejado más desnuda.
Después llegó ese viento, cálido y extraño...las letras comenzaron a girar en espirales, danzaban y reían y yo, dudando de mis ojos, quise bailar con ellas, tocarlas con las puntas de mis dedos, abrazarlas para evitar el vacío de su ausencia, pero entonces se alejaron. Una marejada de palabras flotando, buscando otro horizonte.
Yo las vi ascender, volar, tras los cristales de mi cuarto y fui incapaz de remontar el vuelo tras de ellas. Me dejé vencer por el sopor...
Maquillé como pude, día a día y hasta hoy, mi desnudez, fingiendo estar completa e incubando cada noche y con paciencia, letra a letra, un nuevo traje con el que proteger mi piel del mundo.
Hace poco leí que al sur, muy al sur de mi norte, cayó una lluvia dulce que empapó con sus letras a paseantes, solitarios, parejas, soñadores...me pregunto si fue allí donde emigraron mis letras buscando nuevos soles, un mar calmo o una arena oscura y calentita donde secar su tristeza.
Farol.
Lámpara de pared elaborada con madera de deriva recogida en las costas asturianas.Un aire del Norte vistiendo el salón.
Detalle de lámpara, soporte en madera de deriva. El aplique es una vieja llave de horreo de la que pende el farol. |
"De cuerpo entero" |
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